domingo, 24 de abril de 2011

La vida allí.

El otro día, salí a comprar, sí. De tiendas, relaja, paseas sin prisa, salseas. Siempre doy con la tienda, que vende ropita que se ponen las mujeres para dormir cuando no quieren dormir...

Y entro, y miro, salseo, imagino... sujetadores rojos, camisones transparentes, y chismes de esos que te pones en la cintura y tiene unas tiras para enganchar a unas supuestas medias que te llegan por encima de las rodillas, me encantan!
Tropiezo en la misma tienda con otra provocadora oferta, esta vez una camiseta-camison-vestido, que es justo la prenda perfecta para ponerte para dormir una noche de esas que no quieres dormir, ay... por que sí, por que es fácil de quitar, y fácil para salsear, me encanta! me la llevo también!

Continuo mi tarde de compras, esta vez en el supermercado, y como tengo tiempo, puedo elegir las zanahorias, las patatitas, los pimientos que voy a comprar, una maravilla... Me cabreo por que la mitad de las cosas no tienen muy buena pinta, el centro comercial más grande de Europa y no hay manera de encontrar una cebolla digna, eso sí, puerros cortaditos lavaditos y envasaditos monísimos a 4 euros, ole con el supercentrocomercial...

Vuelvo a casa en el bus que lo hace por 25 minutos de tiempo, y retomo la historia que me cuenta mi libro, una sueca que se va a Kenia de Vacaciones con su novio, peeeeeeeero se enamora allí de un Masai, y se queda. Desde el primer momento que le ve, siente una irresistible atracción por él que la domina y se queda.

LLego a mi humilde morada, al calorcito del hogar, donde están Marta, Sebas, Guille y los demás... Y nos tomamos un vino en el balcón y pienso en alto lo que muchas veces había pensado, que quiero conocer a los vecinos de arriba por que sé que tienen la Play.

Y a los 5 segundos se asoma uno, y resulta ser colega de otro que está con nosotros, así que... deseo concedido! Puedo subir a jugar?? Si!!

Hago alarde de mi habilidad con los mandos de la play, legado de una antigua relación, me tomo un vinito y me vuelvo a dormir, un gran día. Por fin puse cara a mis vecinitos de arriba. Por fin he sido invitada para volver a jugar cuando quiera. Estas son las mejores cosas que te ofrece vivir en una residencia.

Me duermo con la firme promesa que me hago a diario de levantarme pronto.... pero no. Me duermo con mi nuevo camisónvestido.

La lluvia conmigo empieza un día de pleno Sol

Desayuno, café, zumito et pain au chocolat... que buena sensación.

Sin prisa, disfrutando del hogar, es martes pero en mi calendario laboral equivale al domingo.

Reviso mi correo, y pienso en el verano, el verano en París, y enseguida viene a mi cabeza el verano fuera de París, las noches de verano, el olor a verano, el olor a sal, a crema, a arena, a viento del sur, el olor a mar después de un día entero en la playa, feliz, y una noche en tienda de campaña, amanecer y correr al agua cuando todavía nadie a inaugurado la playa, feliz...

Ismael canta de fondo, "... el próximo avión que tomes, conmigo lo tendrás que hacer..." suspiro...

No hay comentarios:

Publicar un comentario